OCHO

Una noche como hoy en la madrugada del 8 de Julio de 1988, viajaba en un avión desde USA. No había muchos pasajeros y bastante aburrido me puse a charlar con mi acompañante. Sin dimensionarlo le dije que tenía el presentimiento que algo malo pasaría cuando llegara a Argentina. Me contestó que era sacerdote, que crea en Dios y me regaló una mini biblia. Cuando llegué dormí bastante y al día siguiente me enteré que mi mejor amigo Leo había muerto de una hepatitis fulminante esa noche. Acababa de cumplir 19 años. El vacío fue desolador. Era bueno, solidario, una persona de bien. Paso por mi vida de una forma casual y terminamos siendo muy buenos y sanos amigos. Pero un día así como vino, se fue. Hoy es a quien consulto en mis silencios cuando estoy en problemas o cuando le digo Gracias por ayudarme cuando estoy súper contento. Pasado un tiempo de ese entonces, desplegué mis lápices de colores y le regalé un dibujo a sus padres donde mi amigo Leo estaba delante de un fondo surrealista, un cielo de día y otro de noche. Un cielo inmerso en otro, una dimensión dentro de otra, que en definitiva creo que es donde él está ahora y acompaña.  Es lógico: Dios a los Ángeles los necesita primero.

EIGHT

One night like today in the early morning of July 8, 1988, I was traveling on a plane from the USA. There were not many passengers and quite bored I began to chat with my companion. Without sizing it up, I told him that I had a feeling that something bad would happen when I arrived in Argentina. He answered that he was a priest, that he believed in God and he gave me a mini bible. When I arrived I slept a lot and the next day I found out that my best friend Leo had died of fulminant hepatitis that night. He had just turned 19 years old. The emptiness was bleak. He was good, supportive, a good person. I pass through my life in a casual way and we ended up being very good and healthy friends. But one day just as he came, he left. Today is who I consult in my silences when I am in trouble or when I say Thank you for helping me when I am super happy. After a while, I unfolded my colored pencils and gave a drawing to his parents where my friend Leo was in front of a surreal background, a sky during the day and another at night. A sky immersed in another, one dimension within another, which ultimately I believe is where he is now and with him. It is logical: God needs the Angels first.