RESISTIRÉ
Exactamente con 20 años, me propuse crear con metáforas dibujadas con lápices 2B sobre una cartulina común, una gran ADVERTENCIA para proteger el patrimonio arquitectónico de Inmigración de principios del siglo 20 en Argentina. Elegí entonces dibujar la Villa Normandy de Mar del Plata como ICONO del potencial peligro. Simulé su demolición cayéndose y dejando ver por detrás de su silueta a un peligroso edificio masivo. También superpuse el perfil urbano de Mar del Plata en dos tiempos: el antiguo y el actual para advertir el daño irreparable de construir una nueva ciudad demoliendo la anterior innecesariamente. Me faltaba buscar un protagonista que con su mirada expresara mi propia dicotomía antagónica a cerca del “progreso” de las ciudades y me preguntaba: es mejor o peor? prefiero arquitectónicamente el pasado o el presente? es un avance o un retroceso? la ciudad gana o pierde? Yo era casi adolescente y me preocupaba seriamente por la por la autodestrucción urbana y mucho más cuando me recibí de arquitecto.
Un día ya desanimado por que la cara del personaje principal que me imaginaba, que representaría a un “joven Colono en estas tierras”, no aparecía en mi mente, abrí la Revista GENTE que compraba mi mamá en los 80´s y ví un reportaje en primer plano y en doble página a la talentosa actriz Luisina Brando sentada en un sillón junto a su pequeño hijo Federico, que miraba a la cámara fijamente con una expresión segura, atenta y algo misteriosa, casi surrealista, ideal para que transmitiera este mensaje de socorro sobre la protección arquitectónica. Lo dibujé rápidamente representando al “Joven Sr. Progreso” con todas esas preocupaciones que me angustiaban y uní las historias simbólicamente: La casona Normandy comienza a desmoronarse, el joven colono se saca una careta de constructor inmigrante de arquitectura de estilo mostrando su cara que potencialmente podría convertirse en un constructor masivo moderno. Mar del Plata era la cabeza emergente de cambios irreversibles urbanos pero también pasó en Buenos Aires y en otras ciudades argentinas.
Hoy esa historia visual imaginaria tomó rumbos inesperados con sus protagonistas: lo poco que queda de Patrimonio en Mar del Plata se preservó lo más que se pudo, Federico (Jusid) el protagonista accidental de este Dibujo de grandes dimensiones, hoy es un imparable pianista y compositor musical internacional de films multipremiados (“El Secreto de tus ojos”).
Por otro lado la Casona Normandy nunca se demolió, restaurándose por el contrario meticulosamente durante 36 años por su apasionada dueña actual. Y yo hoy acabo de ser contratado inimaginablemente por mi comitente a quien aplaudo, para intervenir como Arquitecto-Artista los impactantes espacios públicos de la mansión Villa Normandy de 1918 de la familia francesa de Felix Delor reconvirtiendo sus funciones espaciales como centro gastronómico y cultural respetando su valiosa historia que investigué, consciente que es el máximo honor en mi carrera hasta hoy como ciudadano de Mar del Plata.
Mientras, Villa Normandy nos dice en silencio: Resistiré!
Exactly 20 years old, I decided to create with metaphors drawn with 2B pencils on a common cardboard, a great WARNING to protect the architectural heritage of Immigration from the beginning of the 20th century in Argentina. So I chose to draw the Villa Normandy de Mar del Plata as an ICON of the potential danger. I simulated its demolition by falling down and revealing a dangerous massive building behind its silhouette. I also superimposed the urban profile of Mar del Plata in two times: the old and the current to warn of the irreparable damage of building a new city by demolishing the previous one unnecessarily. I needed to look for a protagonist who with his gaze would express my own antagonistic dichotomy about the "progress" of cities and I asked myself: is it better or worse? architecturally do I prefer the past or the present? is it an advance or a setback? does the city win or lose? I was almost a teenager and seriously concerned about urban self-destruction and much more when I graduated from architect. One day, already discouraged because the face of the main character that I imagined, who would represent a "young Settler in these lands", did not appear in my mind, I opened the GENTE Magazine that my mother bought in the 80's and saw a report in close-up and double page to the talented actress Luisina Brando sitting in an armchair with her little son Federico, who stared at the camera with a confident, attentive and somewhat mysterious, almost surreal expression, ideal for her to convey this distress message on architectural protection. I quickly drew it representing “Young Mr. Progress” with all those worries that distressed me and I linked the stories symbolically: The Normandy house begins to crumble, the young settler takes off an immigrant architectural style builder's mask showing his face that could potentially become a massive modern builder. Mar del Plata was the emerging head of urban irreversible changes but it also happened in Buenos Aires and other Argentine cities.
Today that imaginary visual history took unexpected directions with its protagonists: the little that remains of the Heritage in Mar del Plata was preserved as much as possible, Federico (Jusid) the accidental protagonist of this large-scale drawing, today he is an unstoppable pianist and International musical composer of award-winning films (“El Secreto de tus ojos”).
On the other hand, the Casona Normandy was never demolished, instead being meticulously restored for 36 years by its passionate current owner. And today I have just been hired unimaginably by my client, whom I applaud, to intervene as an Architect-Artist in the impressive public spaces of the Villa Normandy mansion from 1918 of the French family of Felix Delor, reconverting its spatial functions as a gastronomic and cultural center while respecting its valuable history that I investigated, aware that it is the highest honor in my career to date as a citizen of Mar del Plata.
Meanwhile, Villa Normandy tells us in silence: I will resist!